|
Peña de Francia |
Las
Ánimas, la Virgen de la Peña de Francia y La Coronada
Siempre
me ha interesado, en un viaje, conocer a la gente de un lugar, sus tradiciones
y sus leyendas. Aquí os dejo algunas.
Por
toda la Sierra de Francia se habla de la Moza
de Ánimas que, a la caída del sol, recorre la población, parándose en cada
esquina, y, tras tocar su campanilla, salmodia la vieja oración: Fieles cristianos, acordémonos de las almas
de Purgatorio, con un Padrenuestro y un Avemaría por el amor de Dios…
|
Hornacina de la Ánimas. La Alberca |
|
Oración por las Ánimas |
Solo
La Alberca conserva la costumbre, aunque, lamentablemente, no he tenido ocasión
de ver más que la hornacina de las Ánimas, adosada a un muro de la Iglesia de
la Asunción, y hacerme una foto en la calle de la Puente con un maniquí.
|
La única Moza de Ánimas que hallé |
Si
una leyenda recorre casi todos los rincones de esta comarca es la de la Moza Santa de Sequeros y Simón Vela. Juana Hernández fue una joven virtuosa de Sequeros. Murió en 1424 a
causa de la peste. Pero, cuando sacaban su cadáver de la casa, su cuerpo se
irguió y comenzó a lanzar una serie de profecías. La principal, que se mirase
hacia la Peña de Francia, porque allí se hallaría una imagen de Nuestra Señora.
|
Monasterio benedictino de la Peña de Francia |
Diez
años después, un monje francés, Simon
Roland, tuvo un sueño en el que se le decía: Simón, vela, que en una alta peña encontrarás mi imagen. El monje se
dedicó a correr toda la Bretaña obedeciendo aquella voz. Todo fue vano. Durante
una peregrinación a Compostela y a Guadalupe, oyó hablar de la Peña de Francia,
lo que lo animó a perseverar en lo mandado por su sueño: Simón, vela, que en una peña… Se cruzó con unos carboneros que pregonaban
carbón de la peña de Francia y los siguió. En Miranda del Castañar le dijeron dónde
estaba la Peña y recordaron la profecía de la Moza Santa de Sequeros, que así era conocida Juana Hernández.
|
Peña de Francia, vista desde San Martín del Castañar |
|
Gruta donde Simón Vela halló la imagen |
|
Placa que cuenta el suceso |
Simon Roland, a quien todos llamaban ya
Simón Vela, por las palabras de su
sueño, halló en una cueva una imagen de una Virgen de tez negra. Ahora, en la
Peña, hay un convento de dominicos. También una torre de comunicaciones que
afea el paraje. Y una ermita que da acceso a la cueva donde se encontró la imagen.
|
Placa que cuenta el suceso |
|
Virgen de la Peña |
La
Virgen de la Peña ha sido, sin embargo muy andariega. ha estado en muchos
lugares, fue robada y escondida en una bodega de Sequeros; por fin, nos contaba
el guía del Santuario de Nuestra Señora de Robledo, la imagen original, deteriorada,
está escondida bajo el manto de la imagen que se venera en la ermita de la
Peña, pues la que se ve es solo una copia. En el Santuario de Sequeros se
conservan, eso sí, los restos de la Moza
Santa y de Simón Vela.
|
Santuario de Nuestra Señora del Robledo |
|
Restos de Simón Vela y de la Moza Santa de Sequeros |
Otra
leyenda, menos conocida, es la de la Coronada. En la nave de la epístola de la
Catedral de Ciudad Rodrigo, en un muro se ve una pequeña lápida que dice así: Aquí yace la noble Marina Alfonso, comúnmente
llamada la Coronada. Era de 1Z53. Debajo del texto, tallada, una corona. Cuenta
la leyenda que esta Marina Alfonso
fue una señora virtuosa a la que un rey cortejaba sin descanso. Finalmente,
ella no pudo negarse y lo citó para una entrevista secreta. Pero, habiendo
leído aquellas palabras de Cristo: Si tu
ojo es ocasión de pecado, arráncatelo y arrójalo lejos de ti, urdió un
plan. Cuando el rey entró en su aposento, ella se derramó encima un caldero de
aceite ardiente que tenía preparado. Las graves quemaduras en rostro y cuerpo
provocaron su muerte. El rey, arrepentido, mandó enterrarla con honores reales en
la catedral. No se sabe bien cuándo, la tumba desapareció y solo quedó la pequeña
lápida que hoy se ve. Dicen que la Z era un ardid para ocultar la identidad del
rey. Pese a todo, hay historiadores que lo identifican con Juan II que, en
1453, se hallaba en la ciudad.
|
Lápida recordatoria de Marina Alfonso. Catedral de Ciudad Rodrigo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario