Mientras
comentábamos la desgraciada muerte de Blanca Fernández Ochoa, se me
quejaba Zalabardo de la facilidad de los medios para convertir una tragedia en
espectáculo. Hasta en la manera de hablar gustan de hozar entre los males
ajenos. Recordé que Fernando Lázaro Carreter censuraba al periodismo su
“lenguaje apartado del llano corriente y vadeable.” Y acusaba a la
Administración de usar “una lengua que atenta contra el común sentir
idiomático.” La reportera de un informativo de televisión presente en el tanatorio
de Cercedilla iniciaba su intervención con: En efecto, nos encontramos a las
puertas de este tanatorio donde estaría el cuerpo de… Me quedé
perplejo. Si el cadáver de la esquiadora había sido trasladado ya, lo
pertinente era está o ha sido conducido; y, en caso
que de haberse efectuado dicho traslado, correspondía usar no ha llegado
aún, será traído o algo por el estilo.
Estos descuidos
son frecuentes. Otro reportero televisivo afirmaba en fecha no lejana que el
representante de un partido iba a proponer una propuesta al
representante de otro. No cabe mayor redundancia. Una propuesta se plantea, se
expone, se manifiesta, se ofrece, se medita, se rechaza, se estudia… Pero sobra
decir que se propone.
Lázaro
Carreter rechazaba ese estaría por considerarlo uso
inadecuado del llamado condicional de rumor surgido como rendición ante modos
de expresión de origen francés. Y Álex Grijelmo se quejaba el domingo
pasado de que en Pamplona se anunciase un festival con el nombre de Flamenco
on Fire, anglicismo con el que no queda muy claro qué es lo que se
anuncia. Grijelmo no critica la existencia de anglicismos, sino la
ligereza con que se imponen muchos que son innecesarios.
Habría
unas doscientas personas, Si lo supiera, te lo diría, ¿Podría
hacerle una pregunta? o Marchó a Nueva York, de donde regresaría
varios años después son formas correctas porque expresan incertidumbre,
condición, cortesía o modestia o futuro del pasado. Pero no tiene sentido decir
Se calcula que habrían muerto treinta personas en el accidente o El
presidente estaría pensando en una remodelación del Gobierno, porque
es más adecuado parece ser…, se dice… o aseguran…
Le digo a
Zalabardo que el problema no es solo el empleo de ese condicional más o menos
válido o de que haya más o menos anglicismos. Hablando de las fuertes lluvias
de estos días, leemos u oímos todo este agua (en lugar de toda
esta), el agua ha entrado dentro (es imposible entrar
fuera) y frases parecidas. O vemos cómo navarros y vascos dicen Si tendría
dinero, me compraría un coche mayor, donde lo que corresponde es el
subjuntivo tuviera
El problema,
sigo diciéndole a mi amigo, en la cantidad de personas que, cometiendo o viendo
naturales estos deslices, sin embargo, se mofan y califican de vulgarismos la alternancia
ustedes/vosotros del sistema pronominal andaluz o ese
pluscuamperfecto de subjuntivo que oímos en Si lo fuera sabido, te fuera
ayudado, que también se da en nuestra tierra y algunas regiones
colindantes. Esta actitud deja patente el craso desconocimiento del instrumento
con que trabajan por parte de no pocos profesionales.
Pero peor aún
me parece que los propios andaluces consideren incorrectas o vulgares estas
formas. Podemos hablar de su mayor o menor difusión, de si se alejan más o menos
del español normativo; pero nunca de incorrección, ya que tanto la confluencia ustedes/vosotros
como el empleo de ser como auxiliar en lugar de haber
se explican perfectamente recurriendo a la gramática histórica.
Zalabardo sabe
que rehúyo la exposición erudita y prefiero sencilla explicación. Cosa que han
hecho Rafael Lapesa, hace ya algunos años, y, más recientemente, los
componentes del grupo de trabajo El español hablado en Andalucía,
de la Universidad de Sevilla. Coinciden en que no se sabe bien cómo y
cuándo se produjo con exactitud el proceso del que hablamos, aunque sí explican
la razón.
Respecto al
pronombre, hubo un momento en el que vos y tú
comienzan a confundir sus referencias como formas de tratamiento. Por eso
apareció usted para sustituir al antiguo vos. Según
Lapesa, en unas zonas se optó por un sistema tú / usted,
para singular, y vosotros / ustedes, para el plural. La forma de
respeto se utiliza con verbo en 3ª persona (Usted sabe bien). Pero
en otras zonas, por ejemplo Andalucía, se mantuvieron (no de modo total) las
formas del singular mientras que, en plural, vosotros se vio
suplantado por ustedes, aunque manteniendo la 2ª persona del
verbo (Ustedes sabéis). Añade Lapesa que, en América, la
lejanía permitió con facilidad el triunfo de usted y ustedes
que en Andalucía no se completó, así como la implantación del voseo.
¿Y qué pasa con
si fuera sabido? Antonio Narbona y sus compañeros del grupo
El español hablado en Andalucía hacen un magnífico repaso sobre
cómo en el español medieval ser compartía el valor de verbo
auxiliar junto con haber. Dan numerosos ejemplos, como entrados
son a Molina (por han entrado en Molina) o el
invierno es exido (ha terminado), ambos en el Poema
del Cid o aquel señor mio es ido (se ha ido),
en La celestina. Con el tiempo, ser quedó como
auxiliar de la pasiva y haber quedó como único auxiliar de la
conjugación activa. Salvo en el caso extraño del andaluz, que conservó ese
arcaísmo solamente en el pluscuamperfecto de subjuntivo: Si fuera venido…
Porque no debe olvidarse que el andaluz es una modalidad hablada repleta de
arcaísmos. Pienso, por ejemplo, en mi pueblo y en mi madre que, cuando me veía
flojo y decaído, me decía: Anda, niño, que parece que estás ajilao.
Ese ajilao no es otra cosa que el participio de ahilarse,
‘desmayarse de hambre’, que recoge Covarrubias en su diccionario de 1611.
También son arcaísmos afrecho, ‘salvado’, quincana,
‘bolsa en que el campesino lleva su comida’, orilla, ‘tiempo
atmosférico’, y muchos más. Que vayan quedando desusados no los convierte en
incorrectos ni vulgares.
Mi defensa de los casos citados, aclaro a Zalabardo, no justifica, de ninguna manera, la aparición de conductas esperpénticas como la del mijeño Huan Porrah, traductor al andaluz de El principito o la del granadino Alfredo Leyva, autor de El habla malagueña, con una traslación bilingüe malagueño-español. Con todos mis respetos, estas personas ni saben lo que es el andaluz ni lo que es el español.
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