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Las Quirosas |
Montes de
Málaga designa un conjunto montañoso de mediana altura que se extiende
desde Casabermeja, al oeste, hasta la Axarquía, al este, y desde los mismos
límites ciudadanos —Olletas, Limonar—, por el sur, hasta casi el límite con Granada
—corredor de Periana—, por el norte.
Pulmón impagable
para la ciudad, su intrincada red de pistas y senderos acoge cada día a un alto
número de malagueños, Zalabardo y yo somos asiduos, buscamos perdernos entre el
verdor de su vegetación —pinos, encinas, eucaliptos, cipreses, algunas palmeras
canarias, algunas casuarias o algún cedro del Líbano— y el rumor de sus arroyos, Humaina, Querellanta, Chinchilla, Chaperas, Hondo…
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Molinero |
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El Paleto |
Pero lo que ignoran
muchos visitantes es la historia de esta comarca y de las casi incontables
ruinas que en ellas se encuentran. Ya en 1772 atrajo la atención del inglés
Francis
Carter que, en su
Viaje de Gibraltar a Málaga, decía:
La
templanza del clima, los parajes románticos y la belleza de las vistas invitan
a los comerciantes malagueños a pasar gran parte del verano en estos montes, no
obstante las dificultades para subir a ellos, en los que todos tienen casas y
viñedos; algunas de estas son magníficas, adornadas con jardines, estatuas,
fuentes y todos los embellecimientos que el arte ofrece.
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Castañeda |
Y en 1852, don
Vicente
Martínez y Montes, médico, en su
Topografía médica de la ciudad de
Málaga, escribió:
Los montes, o la Axarquía de Málaga, parecen
formados casi exclusivamente para el cultivo de la vid […]; se conocen 34
especies y puede asegurarse que cinco sextas partes del terreno mencionado se
encuentran pobladas de viñas.
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Pocopán |
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Poste indicador de direcciones |
La práctica
totalidad de los
Montes de Málaga fue un extenso viñedo, una
acumulación de minifundios, cada uno presidido por su lagar o cortijo, algunos
de los cuales debieron ser realmente bellos. Para que nos hagamos una idea,
según datos de 1881, contaba Málaga con una extensión de 65000 hectáreas de
viñedos. En la actualidad, las zonas vinícolas de La Rioja y la Ribera del
Duero, juntas, suman 77000 hectáreas.
Pero, como una
maldición, la filoxera arrasó aquel paraíso. En 1878, en la finca de La Indiana,
en Moclinejo, fue la primera en verse afectada por este parásito de la vid que pronto
se adueñó de todas las viñas malagueñas. Solo sobrevivieron especies arbóreas propias
de la zona, encinas, almendros o acebuches, muchos de cuyos ejemplares habían
sido arrancados para plantar viñas.
Los lagares y
casas de recreo fueron siendo abandonados y acabaron convertidos en las ruinas
que aún hoy pueden verse. Se dice que llegaron a ser casi 1000. Unos
desaparecieron por causa de la expansión ciudadana (por ejemplo, todos los de
La Palmilla, El Limonar o El Mayorazgo). De otros es muy difícil situar sus
restos. De muchos más, todavía podemos ver cómo aguantan parte de sus muros.
Hacia 1930 se iniciaron las tareas de repoblación, sobre todo con pinos y
eucaliptos y en 1989 unas 4500 hectáreas fueron convertidas en el Parque
Natural que hoy conocemos.
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Timoteo |
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San Antonio |
Lo llamativo es
que, entre tantos lagares, solo cinco: Torrijos, hoy ecomuseo, Jotrón, Cotrina,
Chinchilla y Rute, los tres últimos de propiedad particular, estén catalogados
en el PGOU. Torrijos nos muestra cómo sería la actividad de estos lagares; Chinchilla,
por lo que puede verse, debió ser uno de los mayores; Rute conserva casi toda
la maquinaria de lo que fue lagar y molino.
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Lo Rute |
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Molino de Lo Rute |
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Viga de la prensa de Lo Rute |
Pero, si uno se
pierde en ese vericueto de senderos, Zalabardo y yo, como muchos malagueños, lo
hacemos a menudo, puede contemplar la huella de lo que fue: Serranillos,
Pocopán, Castañeda, Boticario, Lo Calvo, San Antonio, Ventura, El Paleto, Molineta,
San Francisco, Maruján, Salvago, Timoteo, Los Frailes, El Lince, El Viento… Larga
y triste lista. Zalabardo coincide conmigo en considerar que, aunque la cota
más alta sea el pico de la Reina, con sus casi 1000 metros de altitud, el
mirador de Pocopán, con sus aproximadamente 900, es el lugar más privilegiado
del Parque, atalaya desde la que la vista alcanza a contemplar desde el Torcal
hasta la sierra Tejeda, desde Zafarraya y los Tajos de Gomer hasta los confines
del Mediterráneo.
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Serranillos |
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Los Alcornocales |
Lo que no se
entiende es la incuria a la hora de mantener este rico patrimonio muestra de la
prosperidad agrícola, económica y cultural de Málaga en siglos pasados. Puede
que no tenga sentido reconstruir esos lagares. Pero sí podría hacerse una
catalogación completa, mantener de lo que aún se conserva y cuidar la señalización
de todos los senderos y colocar paneles explicativos de lo que fue cada uno de
estos lagares. No creo que eso requiera una inversión exagerada.
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Chinchilla |
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