Le explico a
Zalabardo que ya el latín disponía de una pareja sinister/dexter,
con un sentido meramente locativo: lo que está al lado del corazón y lo que
está en el lado contrario. Pero, por no sé qué desconocidas razones, siniestro
pasó a significar también ‘torpe, funesto, adverso’, en tanto a derecho
se le atribuía el sentido de ‘hábil, propicio, favorable’. La aceptación de los
augurios refleja nuestras creencias y supersticiones: levantarse por el lado izquierdo
trae mala suerte, como buena es ver aparecer un ave por el lado derecho.
El español
heredó estas palabras con toda su carga. Pero como siniestro poseía demasiadas
connotaciones negativas, hacia el siglo xii
optamos por sustituirla por un vasquismo, izquierdo; sin mucho acierto,
digamos la verdad, porque tal vez se desconociera que izquierdo, que procede de
esku,
‘mano’ y kerro, ‘torcido’, seguía insistiendo en la existencia de una ‘mano
torpe’. Cuando posteriormente se apostó por zurdo y zocato
no hubo mejor suerte, pues Corominas
nos avisa de que el primer término, de posible origen prerromano, significa
‘burdo, torpe’; y el segundo, de origen árabe y emparentado con zoquete,
‘madero sin desbastar’, ‘zafio, inculto, grosero’. O sea, que estamos como al
principio, diestro sigue marcando la habilidad o bondad de algo y, por el
otro lado, las cosas no cambian.
Añadir leyenda |
Pero, señalo a
Zalabardo, lo que hoy interesa es fijarnos en ese estigma que ha perseguido
durante siglos a las personas zurdas. Y no solo en nuestro ámbito
cultural más cercano, sino en culturas muy diferentes. En tiempos, entre los
japoneses podría ser motivo de repudio descubrir que la mujer con la que habían
contraído matrimonio era zurda. En la antigua China, zurdo
se entendía como ‘impropio’, y el ‘sendero de la izquierda’ es el que se
utiliza para las cosas ilegales o inmorales. En el Islam, la izquierda
es una mano sucia que sirve básicamente para asearse, lavarse los genitales o
limpiarse el ano tras defecar; sostiene el imán Áhmad que Mahoma dijo
que quien come con la mano izquierda, Satanás come con él. En
la Biblia,
el Eclesiastés
dice que el corazón del sabio está a la mano derecha y el del necio a
la mano izquierda; el Evangelio de san Mateo afirma que Dios arrojará a los que están a su izquierda al fuego
dispuesto para el demonio. Estas creencias han calado hasta considerar
incorrecto saludar, comer, ofrecer o recibir algo con la mano izquierda.
En el cristianismo se bendice con la mano derecha. En la Edad Media se
afirmaba muy seriamente que la derecha era la mano de Dios y, la izquierda, la del diablo.
Todo ello,
mantenido a través de siglos, ha significado una forma de marginación de los zurdos,
a quienes, incluso, con técnicas crueles, se los forzaba a modificar su
naturaleza y a realizar todo en contra de su natural tendencia. Pero, si acaso
eso fuese poco, han de sufrir otras graves inconveniencias: la mayoría de
instrumentos y herramientas se construyen pensando en personas diestras. Lo
mismo que las mesas con tablero de las aulas o las palancas de cambio en los
automóviles.
Hoy día, por
suerte, parece que esta marginación de los zurdos va desapareciendo. También
parece generalmente aceptado que ser zurdo no es ninguna clase de tara,
ni castigo. Incluso unos investigadores de una Universidad alemana creen haber
descubierto que ser zurdo o diestro no depende de cuestiones de
raza, sexo, ni origen geográfico, o que nada demuestra que un zurdo
sea más o menos inteligente que un diestro. También, aunque no han
llegado a una explicación definitiva, que el origen de utilizar mejor una parte
del cuerpo que otra no depende del cerebro, sino de la médula espinal; que la
que será posterior tendencia, se adquiere en un periodo bastante temprano de la
gestación y que puede depender de estímulos externos, aún no descubiertos.
Caravaggio: Castración de Urano |
Ya digo que es
la única fuente que encuentro. La Teodicea es de fecha aproximada a la
Biblia,
anterior al Corán y posterior a otras leyendas y mitos orientales que
cuentan escenas semejantes. En cualquier caso, desconozco si Dios tiene una mano izquierda
y una mano derecha diferentes. Me parecería una incongruencia.
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