Hay ocasiones en las que Zalabardo me plantea preguntas en las que no
sé discernir cuánto hay de inocencia y cuánto de trampa para ver si me pilla en
algún renuncio. Esta vez se ha limitado a decirme: ¿Da igual usar década que decenio? Yo, que a veces estoy más despierto de lo que
aparento, le digo que síy que no, aunque, le aclaro, estoy más porque la
respuesta es no, pese a que no estoy seguro.
Como veo que no acaba
de asimilar lo que le digo, continúo: ambos términos significan ‘conjunto de
diez años’, con la particularidad de que década
exige que sean referidos a las decenas del siglo de que se trate. Con ejemplos
se ve mejor: 871-880 o 1921-1930 son, claramente, décadas. En cambio, el decenio
se refiere a diez años cualesquiera, siempre que sean consecutivos. Ejemplo:
653-664 o 1997-2008 son decenios.
Se infiere de aquí que cualquier década
es un decenio, aunque no lo
contrario. Al menos eso es lo que fija el Diccionario
Panhispánico de Dudas. Una cosa más: toda década debe empezar en año terminado en 1 y acabar eaño terminado en 0, por lo que la década marcada en la imagen de un poco más abajo es, atodas luces, incorrecta. Sería década 2001-2010, no 2000-2009.
Si todo es tan claro, ¿por qué entonces hay
tanta confusión?, continúa. Y me enseña dos recortes de prensa del mismo día,
domingo 29 de abril. En uno de ellos, una entrevista que J. M. Martí Font hacía a Xavier
Sardá y se publicaba en el diario El
País se leía: Este cambio se ha producido en menos de una década. En el otro, un artículo de Javier Marías, publicado en el
suplemento dominical de dicho diario podíamos ver: …tan leal, justo y sin
tacha ha demostrado ser a lo largo de tres decenios…
¿Hablan o no hablan de lo mismo? Tengo que reconocerle que sí, que uno habla de
un periodo de diez años y el otro de un periodo de treinta; pero, como no
especifican comienzo ni final, hay que deducir que hablan de… decenios, con lo que quien se
ajusta a la norma académica es el novelista Marías.
Pero ser académico o
reconocido estilista del lenguaje no exime de la confusión. Digo esto porque,
en estos días, he estado leyendo el último libro de Vargas Llosa, que por cierto me ha parecido sumamente interesante y
de lectura recomendable. Su título es La
civilización del espectáculo. Recordaba que en algún momento hablaba de
décadas, lo que me ha llevado
a realizar el cómputo de las veces que el término aparece; este es el resultado:
…algunos de los ensayos que en las últimas décadas abordaron este asunto… (p. 6); …Seis décadas después… (p. 75); …Esta
idea se concretó casi cuatro décadas
más tarde… (p.85); …en las primeras décadas
del siglo XX… (p.130); y …que fundó hace cuatro décadas la Iglesia de la Cienciología… (p.142). De los cinco
casos, solamente el de la página 130 se ajusta a lo que se mantiene en el Panhispánico. En los demás
casos, el Nobel peruano debería haber utilizado decenio. Pero no lo hace
¿Qué pasa entonces? Me
acuerdo en este momento de lo que decía hace unos días durante el desayuno Javier López, refiriéndose a que había
oído no sé dónde el término soldada,
como mujer que milita en el ejército; echaba de menos que la Academia sea más
clara y tajante en estos asuntos. Sabéis que yo coincido también en esta
cuestión. Y para este caso, con el DRAE
hemos topado. Si os digo que he revisado todas las ediciones del diccionario
académico no os miento y Zalabardo puede dar fe. E incluso otros anteriores a
la existencia de la Academia.
Encuentro que la
primera palabra documentada, al menos en los diccionarios, es década, recogida ya por Nebrija en 1495, por Covarrubias en 1611 y por Terreros y Pando, en 1786, amén de
todos los académicos, desde la primera edición de 1732. Pero… ¿por qué siempre tendrá
que haber peros? En los diccionarios clásicos se define como ‘obra compuesta de
diez libros’, ‘las cosas que se reparten de diez en diez’ o algo por el estilo.
Y en los académicos hay que decir que el artículo referido a esta palabra ha
experimentado grandes cambios desde el principio. Evito reproducir aquí (se
pueden ver en la web de la RAE)
todas las acepciones de la palabra según las diferentes ediciones. Solo llamaré
la atención sobre el hecho de que hasta la de 1989, ¡es decir, casi hace dos
días como quien dice!, no aparece la acepción ‘periodo de diez años, referido a
las decenas de un siglo’ que es lo que dispone el Panhispánico; pero aún hay más: en 2001 se le añade una
nueva acepción: ‘decenio’. O sea, lo que ya he dicho antes, que cualquier década es un decenio, aunque no lo contrario.
Con decenio, en cambio, no existe
ningún problema: desde la primera edición, en 1732, se viene definiendo más o
menos de la misma forma: ‘periodo de diez años’; y sanseacabó. Nada más. Sin
rodeos ni vericuetos.
¿Qué razón condujo a
esta ‘especialización’ de década
en 1989 y a medio separarse de decenio?
La verdad es que no lo sé. ¿Por qué, además, el Panhispánico de Dudas insiste en que década es ‘periodo de diez años referidos a cada una de las
decenas de un siglo’? Tampoco lo sé.
Pues alguien nos lo
debería explicar, añade Zalabardo. Y como no supe qué contestarle, nos pusimos
a hablar de otros asuntos.
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