sábado, octubre 20, 2018

A TENTE BONETE




           ¿Hay algo mejor que compartir mesa con varios amigos? Pues sí, compartirla con muchos amigos. Lo primero sucedió el pasado martes; lo segundo, abrigo la esperanza de que suceda a mediados del mes próximo. Le cuento a Zalabardo que la reunión pasada surgió un poco por sorpresa, sin premeditación y, aún menos, sin alevosía. Había planeado hacer un poco de senderismo por mi pueblo, Osuna. Un circuito que nos llevaría, siguiendo la antigua Cañada Real de Écija a Teba y la Vereda del Calvario, a las ruinas del monasterio del mismo nombre para regresar por el cortijo El Rosso hasta el pueblo.
            Alguien, feliz idea, propuso que podría ser buena excusa para, a la vuelta, vernos en el pueblo con unas cervezas por delante. La reunión, al menos para mí, no pudo ser más grata. Se habló, como en toda tertulia que se precie, de mil cosas: del pasado, del presente, de lo divino y de lo humano. Y, en estas, salió Pepe Sarria, preguntando si recordábamos una expresión, ententemonete, que significa ‘totalmente lleno’, ‘atiborrado’. José Manuel Ramírez intervino para llamar la atención acerca de si no sería más acertado decir en tente bonete, pues la locución parecía aludir al acto de tener que sujetarse el bonete.
            Entonces se me pidió que tratara de buscar cuál era la forma correcta, cuál su significado y cuál su origen, pues Sarria estaba convencido de que era forma autóctona del pueblo. Y yo, le digo a Zalabardo, que tengo afición por estas cuestiones, puse mano a la tarea, cuyas conclusiones presento aquí. La primera, que la forma original es [en, a o hasta] tente bonete, según se recoge en el Diccionario de la Real Academia, en el de andalucismos de Alcalá Venceslada y otros. Pero, hoy mismo, recibo una comunicación de otro amigo, José María Pérez, que me pone en conocimiento de que en Internet, en la página sobre vocabulario andaluz Fitetu.es (‘fíjate tú’), ha encontrado que en Alcalá de Guadaira se emplea ententemonete. De aquí extraigo dos cosas: que Pepe Sarria no estaba equivocado en lo de monete y que la locución no es exclusiva de Osuna.
            Lo de monete por bonete tiene fácil explicación. Es un caso de lo que conocemos como etimología popular, presente cuando se establece una relación de causa espontánea entre palabras parecidas que puede dar lugar a cambios semánticos o simplemente a deformaciones fonéticas. Por etimología popular decimos cerrojo en lugar de verrojo (de verucŭlum, ‘barra de hierro’) porque relacionamos la palabra con cerrar; o decimos cortacircuito porque se piensa que viene de cortar y no de corto; o destornillarse (en vez de desternillarse) porque pensamos en tornillo en lugar de con ternilla; etc. Así, alguien, alguna vez, pensó que la locución que nos ocupa tenía que ver con mono sin pensar en bonete, prenda que, antiguamente, llevaban clérigos, colegiales y graduados.

            ¿Qué no es una forma exclusiva de Osuna? Aparte de lo difícil que es encontrar palabras o locuciones que pudiésemos considerar con denominación de origen protegida, sucede que tente bonete (o monete), aparte de en Osuna y Alcalá de Guadaira, se emplea en varios pueblos de Córdoba (Palma del Río, Valenzuela), Málaga (Sierra de Yeguas, Humilladero) y no pocos de Jaén y Huelva. Por eso, Alcalá Venceslada lo recoge solo como andalucismo, lo que también podría discutirse. Le digo esto a Zalabardo porque la referencia más antigua que he logrado encontrar está en el Quijote (¿qué es lo que no podemos encontrar en la novela de Cervantes?). En el capítulo xi de la segunda parte, leemos que Sancho dice: …considere vuesa merced, señor mío, que para sopa de arroyo y tente bonete no hay arma defensiva en el mundo, si no es embutirse y encerrarse en una campana de bronce.
            Nuestro paisano Rodríguez Marín, en su edición crítica de la novela cervantina, dice que, dado que sopa de arroyo no es sino ‘guijarro’, tente bonete no es como se dice ‘con empeño, tesón o porfía’, sino ‘guijarro que, por ser grande y requerir mucho esfuerzo para lanzarlo, pone a peligro de caer al suelo el bonete o gorra del lanzador’. Francisco Rico, para mí con más acierto, dice que con tente bonete ‘se alude al esfuerzo necesario para lanzar un guijarro; tanto, que puede hacer caer el bonete’.
 
Don Quijote antes de morir, de Miguel Jadraque
          
Podría pensarse que Cervantes aprendió la locución durante su estancia por nuestras tierras. Pero es que he hallado dos ejemplos más que avalan el sentido con que aparece en el DEL: ‘con insistencia, con empeño, con demasía’. Quevedo, en Cuento de cuentos, dice: Sobre esto porfiaron hasta tente bonete. Y en la comedia burlesca del siglo xvii El comendador de Ocaña, se lee: Esa es otra; / por no ser más porfiado / baila hasta tente bonete. A ello se une que tanto Gonzalo de Correas como José María Sbarbi insisten en que tente bonete significa ‘con exceso, a porfía, con empeño, obstinadamente’. Lo que no he conseguido averiguar es el origen de la locución.

            Visto todo lo anterior, no debe extrañarnos que la gente común, que deberíamos ser todos, no se ande con zarandajas y acabe por pensar que a tente bonete también sirve para ‘estar hasta los topes, lleno, abarrotado, rebosante, a no poder más’. Al fin y al cabo, le digo a Zalabardo, la lengua está en constante cambio y los artífices del cambio son esa gente corriente que se vale de ella todos los días. Como debe ser. Por eso espero que, en nuestra reunión del mes próximo, el lugar de cita se encuentre ententemonete y no nos tiremos los bonetes, expresión que significa ‘reñir’.


1 comentario:

Ana Martín dijo...

Aunque la explicación es de hace unos años no me puedo reprimir de decirles que "tentemonete" también se utiliza en Los Corrales. Aunque vivo en Barcelona conozco la expresión por mi madre y recordándola he decidido buscar si realmente existía o no. En mi familia hay muchos giros o expresiones propios de aquella zona, a mi me gustan cada vez más... Me alegro de haber encontrado su comentario. Gracias.