viernes, febrero 19, 2010


ES POR ESO QUE
En el apunte anterior pretendía denunciar el olvido en que se tiene la gramática por parte de bastantes profesionales del periodismo que no tienen ningún empacho en contravenir una y otra vez las normas más elementales por las que se debe regir la lengua, ya sea en su versión hablada, ya sea en la escrita. Hoy, puesto que allí no se terminó, toca denunciar el mismo desinterés, si no desprecio, con que se miran los libros de estilo por parte de los profesionales de los diferentes medios.
El Libro de estilo de EL PAÍS se abre con la advertencia de que contiene normas de obligado cumplimiento para todos los cargos del periódico, los redactores y los colaboradores. Nadie estará exento de esta normativa. ¿Se refiere tal advertencia también a las normas gramaticales que recoge? El de ABC dice que aspira a ser un recordatorio de las normas básicas de la gramática y del estilo periodístico español [...] por lo que sus prescripciones serán de uso obligatorio para todos los redactores y recomendación encarecida para los colaboradores.
Me pregunto cuántos redactores y colaboradores consultan esas normas y cuántos, esto es lo peor, las respetan. Zalabardo ha hecho la comprobación y da la casualidad de que una y otra publicación recogen el giro del que hablamos hoy: es por eso que. Y los dos avisan de la necesidad de utilizar es por eso por lo que, que es lo correcto en nuestra lengua. Confluyen en dicho giro dos cuestiones gramaticales: la de la construcción del relativo y la de la construcción de las oraciones enfáticas de relativo. En ambos casos, el proceso viene a ser el mismo. Podemos verlo de forma sencilla.
Cuando el antecedente (la palabra a la que se refiere y reproduce un relativo) lleva preposición, esa misma preposición debe repetirse delante del relativo, si la función es la misma. Por esa simple razón, no debe decirse en la casa que habitábamos, sino en la casa en (la) que habitábamos, siendo opcional usar o no el artículo. Como no se dirá tampoco del asunto que discutimos ayer, sino del asunto del que discutimos ayer. Eso parece que está claro.
¿Y qué es eso de las oraciones enfáticas de relativo? La reciente Gramática de la Academia le dedica varios epígrafes, pero para no complicar la cuestión diremos que son unas construcciones formadas por un verbo ser acompañado de un adverbio o un demostrativo y seguido de una oración introducida por un relativo: ser por eso que. A estas construcciones hay quien las llama de que galicado, nombre no del todo correcto porque no se dan solo en francés, sino también en catalán, portugués, italiano, inglés, alemán, danés y noruego, según advierte la gramática académica. Sin embargo, en nuestra lengua, la construcción correcta exige repetir la preposición ante el relativo y que este lleve artículo. Así pues, lo que hay que decir no es otra cosa que es por eso por lo que.
Y con ello se completa el comentario que iniciamos en el último apunte. Hoy ha quedado más breve, pero no importa. Me dice Zalabardo que de esa manera damos menos tabarra al lector.

No hay comentarios: