domingo, octubre 20, 2013

¡EL MAR, IDIOTA, EL MAR!



            Comento con Zalabardo que cuando, hace ya de esto muchos años, mis hijos se sentaban a ver a los payasos de la tele (Gaby, Fofó y Miliki), yo me sentaba con ellos y disfrutaba con sus desternillantes actuaciones. Hay un sketch, para mí inolvidable. Aquel de ¡El mar, idiota, el mar! Si alguien no lo conoce, puede verlo en youtube, aunque lo que yo he encontrado no es el primitivo, sino una versión posterior, ya sin Fofó. Veo que he escrito sketch y habría estado mejor poner escena cómica. Pero me ha salido lo otro.
            Hace unos días, poco antes del desayuno, Javier hablaba de que en no sé qué programa, una entrevista con Florentino Pérez había sido, según el presentador, trending topic del día o algo así. Debería haber dicho tema de interés o del momento. Pero no le salió.
            No recuerdo bien si fue ayer mismo, en la tele, me vi asaltado a traición (un día hablaré de esto) por un spot que promocionaba unas patatas fritas con sabor a Sour Cream & Onion. Podrían haber dicho crema agria y cebolla, pero a lo mejor eso atrae menos al consumidor.
            Traigo estos ejemplos para mostrar a Zalabardo hasta qué punto aceptamos sin mayores escrúpulos palabras que podrían ser sustituidas por otras. ¿Más apropiadas? Posiblemente, tampoco deseo pontificar. Pero me sorprende que precisamente ahora que celebramos los trescientos años de fundación de la RAE estas actitudes escandalicen menos. Zalabardo sabe que no me gustan, lo que no significa que la razón me asista.
            Pero la cuestión que quiero tratar hoy es otra, tal  vez emparentada con ella. El otro día hablaba de catalanismo, españolismo, independentismo y demás zarandajas y dejaba expresada mi esperanza de que, con talante razonable, se pudiera arreglar el asunto de manera civilizada. Mas, oyendo la tele y la radio, me invade en ocasiones una gran desazón al ver la peligrosa deriva que va tomando el asunto. Y cuando pienso en la relación de “agravios” que dicen los catalanes recibir del resto de España (y no me refiero a los económicos que plantea el president Mas) no me atrevo a negar que, al menos en parte, tengan razón. Me quiero referir tan solo a la cuestión lingüística.

           Sobre el tema, me asalta, con insistencia, esta pregunta: ¿por qué quiénes piden respetar el artículo 155 de la Constitución no respetan el punto 3 del artículo 3, que podemos leer nada más abrir nuestra Carta Magna, y que dice textualmente: La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección? Porque la Constitución ha de ser respetada completa, no solo en lo que nos interese. Y el respeto a las culturas engloba a todas y obliga a todos.
            Zalabardo es conocedor de que si voy a alguna Comunidad con lengua propia, procuro practicar mi propia y libre inmersión lingüística (muy modesta, eso sí: saludo, pregunto el nombre de las cosas, leo prensa o veo televisión, pido las comidas…). En catalán y gallego, para nosotros, es fácil; en vasco, lo confieso, soy absolutamente incapaz de entenderme.
            Antes de continuar, pido a Zalabardo que me deje hacer un inciso. El mismo día del desayuno que cito al principio, me parece que fue Rafa López quien recordó una frase de Einstein: Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y de lo primero no estoy seguro. Yo quiero añadir otra, de La Rochefoucaultd: Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
            ¿Por qué traigo estas citas? Porque me hacen pensar en el comportamiento de bastantes de nuestros “comunicadores” (sé que no son todos) frente a los nombres propios de lenguas distintas al castellano. Se esmeran, y muchas veces hasta lo consiguen, en pronunciar bien nombres de futbolistas como Gareth Bale o Wayne Rooney; de actores como Sean Connery o Anthony Hopkins; de papas como  Karol Józef Wojtyla o Joseph Ratzinger. ¿Qué menos se le puede exigir a un periodista? El pueblo llano es diferente y para muestra vale un botón (o dos). En Alhaurín, a Gerard Brenan la gente lo llamaba don Geraldo. Y en el Real Betis militó, entre 1985 y 1987, un futbolista bosnio, Faruk Hadžibegić al que los aficionados, ante la dificultad de pronunciar su nombre, acabaron llamando Pepe.
            Sin embargo, esos mismos a quienes ahora se les llena la boca hablando de la españolidad catalana y de la catalanidad española (tenemos que catalanizar España, dijo hace unos días Esperanza Aguirre) y que tanto presumen de dominar fonéticas foráneas (¿No era Aznar quien decía que, a veces, hablaba catalán en familia?) dan muestras sobradas de su ignorancia en cuestiones sumamente básicas de fonética catalana. Y ninguno se sonroja por no saber pronunciar nombres tan sencillos como Carles, Oriol o Josep. Y, claro, tampoco se avergüenzan cuando llaman reiteradamente Ártur al presidente de la Generalitat, como si fuera inglés. ¿Es que nadie les ha dicho que, en catalán, ese nombre es Artúr? Ojo, pongo las tildes para evitar confusiones, pues la palabra carece de ella.
            Pues ya va siendo hora de que alguien les ponga a estos espabilados unas buenas orejas de burro y les diga, imitando aquello de los payasos: ¡Artúr, idiota, Artúr! A ver si así se enteran.

1 comentario:

Álvaro dijo...

Hola, señor Don Anastasio. Llevo leyendo su blog desde hace ya bastante tiempo, ME ENCANTA su forma de escribir y es precisamente por eso que le he votado en los Liebster Award. Esto que le cuento no es publicidad basura ni nada de eso. Me llamo Álvaro y soy un chicod de Cádiz que con toda la humildad y desinterés del mundo, ha querido galardonarle como se merece.

Si quiere puede visitar esta entrada donde hablo sobre su blog y otros a los que también he votado.

http://anhelarium.com/2013/10/20/liebster-award/

Espero y deseo que esta iniciativa de los Liebster Award le reporte más visitas y sobre todo, más comentarios, que por lo que veo, de ésto último anda un poco escaso, y me parece mal, puesto que tiene un magnífico blog y debería la gente participar más.

Un abrazo, nos seguimos leyendo ;)