viernes, abril 09, 2010


SON FAVES COMPTADAS
Eso es lo que leo que dijo Pep Guardiola, entrenador del Barça, para justificar la alineación, un poco de circunstancias, que sacaba frente al Arsenal ante las numerosas bajas que por unos u otros motivos padecía el equipo. Venía a decir, no creo que nadie lo ignore, que ponía lo que tenía, que esos eran los jugadores con los que contaba y no había otros. Pero, tranquilos, que ni voy a hablar de fútbol, ni del partido contra el Arsenal ni, tampoco, del de mañana contra el Real Madrid. Aunque, según me dice Zalabardo, ese es uno de los ingredientes que ligan la salsa del aliciente del fútbol, las cábalas que unos y otros hacemos la víspera para pasarnos el día siguiente justificando por qué no se cumplieron nuestros vaticinios.
¿De verdad que no vamos a decir nada?, interviene Zalabardo. De verdad, le respondo. Pero, ¿nada, nada?, insiste. Nada, concluyo yo. ¿Ni al final? Bueno, al final ya veremos.
Digo, pues, que he leído que había dicho eso, son faves comptadas, no solo ayer, sino también anteayer. Y lo que me extraña es que las dos veces el periodista añadiera la aclaración de que el noi de Santpedor decía tal cosa usando una expresión catalana, lo cual creo que no es así. De que lo decía en catalán no cabe la menor duda, pues en catalán hablaba y en Cataluña estaba. Pero resulta que esa es una expresión que se utiliza en todo el dominio hispánico. María Moliner la recoge en su Diccionario como eso son habas contadas, y dice que es 'expresión que se aplica a una cosa que es segura, clara o carente de dificultades' y, también, 'a cosas de las que hay un número fijo y escaso'. Y ya en 1803 el Diccionario Usual de la Academia recoge esas son habas contadas, que define como 'expresión metafórica con que se denota ser una cosa cierta y clara' y la asemeja al dicho latino Res plana, manifesta est.
También la recoge el extremeño Gonzalo Correas en su Vocabulario de refranes, de 1627, y dice que se usa 'cuando se echa cuenta de cosas claras y ciertas, y granjeos y ganancias que se harán'. No la trae, sin embargo, el Tesoro de Sebastián de Covarrubias, de 1611, aunque nos da noticias de cuál pudiera ser el origen de la expresión cuando, en la entrada haba, nos dice: 'Usose en algunas repúblicas, y hoy día se usa en algunas congregaciones y cabildos, votar las cosas de gracia por habas blancas y negras'. Así, el resultado de una votación se obtenía contando las habas que había de cada color y las cuentas quedaban claras.
En fin, que eso es lo que pasa cuando nos arriesgamos a emitir un comentario algo a la ligera o cuando empleamos una palabra sin tener en cuenta qué es lo más común y correcto en nuestro ámbito. Como le ocurrió el miércoles a uno de los locutores de Canal Sur cuando comentaba la transmisión por televisión de un partido de la Copa de Europa. En las eliminatorias a doble partido, uno en cada campo de los equipos contendientes, es común utilizar la expresión resultado total o resultado global para referirse a la suma de los resultados de los dos partidos. Pues bien, este locutor al que me refiero no paró de hablar en toda la noche del resultado agregado. Y todo ello porque se dejaba arrastrar por la circunstancia de que en la realización televisiva se utiliza el rótulo aggregate, en inglés. Qué le vamos a hacer.
Zalabardo, al que veo algo nervioso, me pregunta: ¿Has terminado? Y como le digo que sí, añade: ¿Podemos ya decir algo del partido? Le sugiero que tal vez sea mejor dejarlo, porque ese tipo de cuestiones están bien para la charla en el bar, durante el desayuno y no para esta agenda. ¿Ni siquiera podemos preguntar a los merengones si llevan mucho tiempo soñando con Messi? Si es eso nada más, podemos decirlo. Y dicho queda.

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