Me dice esta mañana Zalabardo que el creador del refrán que habla de que Año nuevo, vida nueva debería estar expresando más un deseo que una realidad, pues por mucho que lo intentamos pocas cosas nuevas observamos al eclosionar un nuevo año salvo el cambio de la última cifra en el cardinal que lo distingue. Ahora habremos de escribir un 7 allí donde ya estábamos hechos a escribir 6.
¿Por qué digo esto? Porque hay una serie de tics, de tópicos, de rutinas que se repiten indefectiblemente. Repasemos algunas. Nos levantamos más o menos resacosos buscando un alka-seltzer y procurando poner orden en cuanto desordenamos la noche anterior. Si se enchufa la tele, ya sabemos lo que veremos: el concierto de año nuevo, el concurso de saltos de esquí y la repetición de los programas de variedades con que las diferentes cadenas despidieron el año. ¿Cómo, con ese panorama, va a creer nadie que el año nuevo nos trae una vida nueva?
Y, conforme vayan pasando los días, encontraremos pruebas palpables de que el refrán miente, que vendrán años nuevos y será muy difícil cambiar las actitudes viejas. Tengo ante mí un recorte de un periódico de hace días, de esos que me tomé de descanso, y que guardaba para cuando llegara la ocasión. La de hoy, fecha de tantos propósitos renovadores, pudiera ser buena. En él, se da cuenta de la petición que la Junta Islámica de España hace de autorizacióna para que los musulmanes puedan orar frente al mihrab de la mezquita de Córdoba. La catedral cordobesa, no olvidemos, se erigió sobre una mezquita musulmana, que a su vez, no olvidemos tampoco, se había levantado sobre una iglesia visigoda que a saber sobre qué se habría construido. Hubo un tiempo, sin embargo, en que Córdoba, como Toledo, presumieron de haber sido ciudades donde las tres grandes religiones monoteístas, así como sus respectivas culturas, convivieron en paz y armonía. Por desgracia, esos tiempos pasaron. Si Dios, como las tres religiones defienden, es solo uno, ¿cómo va a ser distinto aquel al que rezan judíos, cristianos y musulmanes?
La Junta Islámica arriba citada eleva su petición al Vaticano, La Conferencia Episcopal Española argumenta que la única autoridad en tal asunto es el Obispado de Córdoba, y este desautoriza tal ruego. Así llevan ya unos años. ¿No podría ser ya el momento de aplicar de verdad que es posible una vida nueva con la llegada del nuevo año? Córdoba tendría la oportunidad, mil años después, de volver a ser para el mundo ejemplo de tolerancia y comprensión como ya lo fue allá por el tránsito entre el primer y segundo milenios. Un paso de ese tipo pudiera tener más fuerza que cualquiera de las Alianzas de Civilizaciones que propugnan los políticos.
1 comentario:
Soy Andres, para mi la palabra mas bella es libelula por que es sonora tiene musicalidad y es esdrujula y eso hace que la fuerza al pronunciarla se concentre en una silaba muy -be-lla. tambien me parece muy bella zalabardo porque es sonora y el sonido de la b es muy bonito. hablando de otra cosa dice un probervio arabe que "si lo que vas a decir no es mas bello que el silencio no lo digas". pero yo lo voy a decir por que dice tambien otro que "quien no comprende una mirada tampoco comprendera una larga explicacion". esa junta ilasmica hoy pide una autorizacion y cuando la consiga pedira otra y despues otra por que ellos tienen unas miras que nosotros no alcanzamos a ver ahora. mire usted contra el vicio de pedir esta la virtud de no dar. yo primero tengo que tener las ideas claras. a cuento de que quieren los musulmanes tantos derechos. me parece bien lo que dice el obispado de cordoba y eso no es intransigencia eso es esperar a ver las ideas claras. cuando yo era niño estaba muy cerca la guerra con marrueco y estas cosas influyen en las personas. se decia hasta la saciedad de un moro no te fies. usted pregunte a los que viven o han vivido en melilla o en ceuta siguen pensando lo mismo. es esto intolerancia. otros le llaman prudencia. autorizar al rezo es conceder algo que se convertira en un derecho pa siempre. eso seria un paso mas en la colonizacion que la cultura musulmana pretende en toda europa. ahora mismo y desde hace varios años estan cambiando las ciudades europeas no tiene mas que mirar malaga. quien halla conocido suiza y alemania hace cuarenta años y vaya ahora se dara cuenta que no es la misma. y ademas si muchos quieren un estado laico para que queremos cientos de musulmanes rezando en el mirah o como se escriba de la mezquita de cordoba. que recen en sus casas como todo el mundo por que toda manifestacion publica de tipo religioso termina imponiendo a la fuerza una religion unas tradiciones y impide que la gente sea de verdad libre. no nos engañemos hay cosas que son intolerancias y otras son solo prudencia y las manifestaciones religiosas sobre todo las que no han superado la edad media y tienen un tinte fundamentalista mejor que cada uno las haga en su casa. feliz año nuevo a todos.
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