He discutido mucho con Zalabardo si escribir o no esta nota porque nuestra intención no ha sido nunca la de contestar los comentarios que se nos hagan por parte de quienes amablemente sigan esta agenda. Hemos contestado tan solo cuando se ha planteado una cuestión puramente lingüística, que es el interés primero de la agenda. Cuando aquí expreso una opinión, lo hago con el simple deseo de exponerla en pública plaza para conocimiento de los demás, que, según los casos, disentirán o no de mi parecer. Agradezco, sinceramente, tanto el elogio como la crítica y, en especial, esta última, porque ni Zalabardo ni yo creemos estar en posesión de ninguna verdad.
Pero me parece que el "tirón de oreja" que Isabel Díaz me envía no es del todo merecido ya que, por sus palabras, creo que estamos más de acuerdo de lo que parece y todo nace, según mi entender, de alguna que otra vaga expresión que, posiblemente, no reflejaba con exactitud mi posición frente al tema. Y es que no se puede decir "el feminismo que se predica ahora" sin más ni más, porque del feminismo se puede afirmar, como del colesterol, que lo hay de varios tipos. El feminismo al que yo aludía es aquel que se queda en la cuota, sin más, y considera tanto a la mujer como al hombre meros números de una estadística que hay que cumplir para "lograr los objetivos". El feminismo que yo condeno es el que cree que la igualdad se consigue con únicamente forzar, de manera antinatural, el lenguaje. El que piensa que con decir mucho todos y todas, andaluces y andaluzas y, si me permitís el tópico, jóvenes y jóvenas, todo está logrado. Porque a quienes actúan así, ni Zalabardo ni yo los consideramos feministas; no son más que pobres ignorantes que, desnaturalizando el lenguaje, piensan que se corregirán los prejuicios que seguimos alimentando en nuestro interior. El feminismo que yo condeno es el que, al fin y paradójicamente, siempre pone a un hombre en el primer lugar y deja a una mujer en el segundo. Cuando el otro día yo hablaba de estas cosas, en mi interior pensaba: si Zapatero, Rajoy y Carod, por ejemplo, están a la cabeza es por ser los hombres mejores de sus partidos. Y pensaba aún más: vale que entre los hombres, pero entre las mujeres de esos partidos, ¿no va a haber ni una con un punto más de cochura que Zapatero, con un grado menos de cerrilidad que Rajoy y un algo más de modernidad que Carod?
Si yo fuera feminista, mi feminismo nunca enfrentaría hombre contra mujer; nunca culparía al lenguaje, inocente mensajero, de los pecados del emisor; atacaría a quien pone las trabas de las cuotas, porque ese sí que está negando la igualdad entre mujer y hombre. El feminismo que yo defendería nunca haría uso de argumentos como "ha llegado a tal punto pese a ser mujer", que ese sí que es un argumento ofensivo.
Ya decía yo el otro día que nos debemos valorar unos a otros por ser personas y no por el sexo que, no sé si accidentalmente, nos ha tocado. Por eso, sin renegar ninguno de nuestra condición, orgullosos incluso de ella, como decía Isabel, debemos trabajar juntos por mejorar día a día. ¿Que derivamos de unas estructuras machistas? No tengo duda de ello. ¿Qué aún perduran muchos resabios y permanecen bastantes tics indebidos? Pues sí, y no solamente en los hombres, también en un número considerable de mujeres. Superar la situación es tarea de todos.
Me avisa Zalabardo que, tal como ha ocurrido otras veces, el tema se me ha ido de las manos, porque la idea era contestar a Isabel a partir del comentario de unos refranes que vienen bien al caso. Pero tendré que dejarlos para otra ocasión. A lo mejor, mañana.
1 comentario:
Maestro, que bien le ha salido hoy la corrida. Ha estado genial con la muleta. Lo de Zapatero y Rajoy lo ha clavado con dos palabras, una para cada uno (ahí tiene las dos orejas y el rabo). Lástima que lo de Carod no tenga arreglo ni con el mejor de los sastres, usted lo ha despachado con mucha humanidad. Mire que decir que le falta modernidad, ¡pero si es un cavernícola! Y en cuanto al feminismo le ha quedado "rematao", como el mejor de los toros.
Enhorabuena por la agenda, está muy entretenida.
LM
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