domingo, enero 07, 2007

LA ORTOGRAFÍA Y LOS GRUPOS CONSONÁNTICOS CULTOS

Ayer falté a la cita porque el día exigía festejar a los Reyes Magos y ejercer de abuelo. Dice Zalabardo con toda la sorna de que es capaz que tampoco nadie nos habrá echado demasiado en falta. Prefiero no contestarle.
Desde el otro día sigo dándole vueltas en la cabeza al tema de la ortografía y su tratamiento normativo. Se podría decir bastante de la supresión de h, se podría argumentar también de la simplificación b/v. Pero creo que lo que más claridad (o a lo mejor oscuridad) nos puede dar sobre la cuestión es mirar un poco hacia los grupos consonánticos cultos. Son estos ciertas agrupaciones de dos o tres consonantes que existían en latín y que, en sus orígenes, el castellano tendía a simplificar (bs, cc, cn, cs, ct, ds, gn, gd, mn, etc.: factu > hecho, pugnu > puño, scamnu > escaño, etc.)
Cuando desde finales de la Edad Media, y sobre todo en los Siglos de Oro, nuestra lengua recomenzó a coger del latín palabras que contenían estos grupos, se inició el problema: si se respetaba la tendencia natural a la simplificación (fonetismo ortográfico) o se mantenía la forma latina (etimologismo). Si atendemos al Tesoro de Covarrubias, observamos que impera la simplificación (setiembre, dino -por digno-, perfeto -por perfecto-, ostinado -por obstinado- etc.)
Sin embargo, podemos decir que la situación en el tiempo presente es muy irregular, puesto que se dan tres casos diferentes: 1) palabras en las que ha triunfado la simplificación: fruto (aunque fructificar), conciencia (aunque inconsciencia), trasladar; 2) triunfo de la conservación: inspiración, absceso, menstruación; 3) alternancia, aunque la norma prefiera la primera forma sobre la segunda: septiembre (mejor que setiembre), suscriptor (mejor que suscritor).
Pero a lo que me quiero referir aquí es especialmente a cómo funciona la norma, es decir, a cuál sea la actitud de la Academia en este punto. Siento tener que decir que peca de la misma irregularidad a la hora de adoptar un criterio. Veamos algunos casos e intentaré no complicar la exposición: las ediciones del Diccionario de la Academia comprendidas entre los años 1837 y 1852 prefieren sustancia a substancia; pero desde 1869 a 1985 se cambia el criterio y se propugna susbtancia en lugar de sustancia para, desde 1992, volver a preferir sustancia. Pero si vemos un caso semejante, en 1869, se prefiere sustituir a substituto, o sea, criterio opuesto en la misma edición.
Como no quiero cargar este apunto de muchos datos, voy resumiendo: en 1817 se defiende setiembre (fonologismo), aunque en 1992 se defiende septiembre (etimologismo). En el momento presente, se recoge como única forma oscuro, aunque frente a ella están obstáculo, obstar, obstinación, etc. Respecto al grupo ns+consonante, la Academia prefiere la forma culta sobre la simplificada (transportar, transcurrir, transfusión, etc.), pero recoge como formas únicas trasladar, traspasar, trascendental o trasplante. O, mientras se defiende la conservación de ps en unas palabras (psicología, psoriasis), se aconseja la forma simplificada en otras (seudónimo, seudópodo).
Lo que finalmente quiero decir es que no se sigue un criterio uniforme y eso termina por confundir a la gente normal y corriente que, en muchos casos, no sabe si hay más normas que excepciones, o por qué hay palabras que se escriben como se pronuncian mientras que en otras semejantes no pasa igual. En medio, estamos nosotros, que debemos vigilar para que se cumpla la norma. Por eso consideraba necesario el otro día iniciar un debate en torno a la ortografía.
Cuando pongo el punto y final, me dice Zalabardo al oído: "Menudo peñazo has soltado". Si es así, pido disculpas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues yo si que os heche de menos por que los reyes magos me han traido muchas cosillas pero se le olvido el periodico y no tenia mucho que leer. pero que conste que en los ultimos capitulos ando algo perdido con tanto nivel y me estoy enterando a media. estoy esperando que aparezca alguna discusion para que yo pueda dar mi opinion, eso si que me gusta.
Andres desde la colina.