Al paso que llevamos, me dice con su proverbial ironía Zalabardo, los periódicos tendrán que incluir una sección con el título de esta página y crear el puesto de enviados especiales en diversas prisiones del país porque en ellas están ingresando personas que, por diversas circunstancias, concitan el interés del público en general. Claro que el hecho de que en las trenas se encuentren quienes han transgredido más o menos gravemente las leyes no debiera significar que aquellos que informan de lo que acontece en su interior deban por fuerza infringir los códigos del buen hablar y escribir.
Cuando Zalabardo me habla de esta manera, ya sé que ha encontrado algo que quiere que yo enseñe en las páginas de esta agenda. Así que le pregunto qué ha encontrado y me da un ejemplar de ayer del gratuito Qué! abierto por la página 22. Leo un titular: "Alubias con chorizo, la primera comida de 'Farruquito' en prisión". ¿Tú también?, le digo, ¿no hay bastante con los diversos programas de la tele que ya se dedican a esto? Y me dice que no le interesa el contenido, sino el estilo con que se ha escrito la crónica. Por tanto, me dispongo a leer.
La verdad es que el texto no tiene desperdicio. Para empezar el menú informativo, el cronista nos ofrece como entrantes una suculenta ración de redundancia: el bailaor fue ingresado en la unidad de preventivos sin condenas previas. Creo que todo el mundo sabe que la prisión preventiva es la que se sufre mientras se sustancia el proceso y, por tanto, no existe condena. A no ser que se refiera a una unidad de ingresados que carecen de antecedentes delictivos, en cuyo caso debería haberlo explicado mejor. Además, habría que averiguar por qué ponen con preventivos a alguien que ingresa con condena firme.
Si pasamos al primer plato, nos encontramos con este titulillo de un apartado de la crónica: Trabajará seguro. Me imagino que en todos los casos, no solo en el de Farruquito, los reponsables de las cárceles pondrán todos los medios a su alcance para que los internos realicen sus tareas con las máximas medidas de seguridad y sin exponerse a accidentes. Pero cuando se lee lo que sigue, nos podemos enterar de que lo que se quiere decir es que es seguro que trabajará. Es decir que quiere acogerse a las medidas de redención de penas por el trabajo.
Y llegamos al plato fuerte. Otro titulillo: Ya ha organizado sus primer bis a bis con su mujer en la cárcel. ¡Toma castaña! Pienso que ha sido una maldita errata que se ha deslizado traicioneramente, pero no: el bis a bis se repite más abajo. Ya sabemos que el artista está acostumbrado, en su paso por los escenarios, a realizar más de un bis (ejecución repetida de un número de la actuación) para corresponder a los aplausos del público. Pero lo que aquí ha organizado es un vis a vis, que es una expresión francesa que podríamos traducir como cara a cara, y que significa, en las prisiones, el encuentro a solas con un visitante que se autoriza al recluso.
Zalabardo, cuando le devuelto el periódico, me sugiere que así como el refresco de "la chispa de la vida" organiza un concurso de redacción para escolares, se podría pensar en organizar algo semejaante que fuese dirigido a determinados redactores de prensa. La verdad es que algunos lo necesitan.
2 comentarios:
Llevado por la lectura de hoy, decidí buscar más información sobre Farruquito en internet. Mi sorpresa ha sido tropezar inmediatamente con la dirección http://www.escolar.net/MT/archives/2005/11/farruquito_cabr.html
en la que se cuenta la denuncia interpuesta por el bailaor contra Gregorio Morán, un periodista de La Vanguardia que en uno de sus artículos llamó cabrón a Farruquito. Un año después una jueza de Barcelona lo absolvía por considerar que el periodista se había atenido a la RAE. Resulta interesante la página. También lo es el blog de Urbaneja en 20 Minutos cuya dirección es http://blogs.20minutos.es/urbaneja/post/2005/11/09/farruquito-merecia-de-cabron. Por cierto, para los lectores de La agenda de Zalabardo, a nadie parece molestar el anonimato de los que escriben en estos otros blogs.
Andrés Viejo.
Yo también leí el artículo de Farruquito en ''Qué!''. Sin duda, le comenté a mi amiga que leía el periódico que como podían poner semejante noticia en un titular. Lo que no imaginaba era la cantidad de errores que cometió el que lo escribió. Al fin y al cabo, en este blog el tema principal es la lengua,¿no?
DR
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