domingo, noviembre 19, 2006

¿POR QUÉ NOSOTROS NO?

Comunica El País a sus suscriptores las modificaciones que va a experimentar su edición electrónica a partir de mañana lunes, día 20, así como el cambio de denominación de la misma. Dejará de ser ELPAÍS.es para convertirse en ELPAÍS.com.

Eso en sí mismo no tiene nada de particular. Lo que quiero dejar reflejado aquí es que en apenas 18 líneas de una de las columnas de dicha información, cuando habla de los avances tecnológicos que va a ofrecer el nuevo formato, me encuentro con esta retahíla de términos: web, gadget, online, podcast, blog, WAP, PDA y RSS.
A nadie le tengo que contar que todos proceden del inglés. A lo mejor, alguien necesita que se le diga que algunos son abreviaciones de otras expresiones mediante el sistema de formación de siglas o de acrónimos. Pero tampoco eso tiene una importancia especial. La raíz de mi comentario es otra.
En este campo de la tecnología, el primero será siempre quien se lleve el gato al agua. Quiero decir que el creador de cualquier ingenio, sistema, invento o lo que sea, será quien le imponga nombre. Hoy no cabe duda de que la lengua de la ciencia y la tecnología es el inglés. ¿Y qué tiene esta lengua que no tenga la nuestra?, nos podríamos preguntar. Entre otras cosas, esa misma facilidad para las nominaciones, esa, diríamos, falta de reparos para acortar expresiones que por su longitud incomodan y formar términos fáciles y simples que enganchan desde el primer momento.
Zalabardo me pide que empiece por explicar que yo desconozco el inglés, pues hice un bachillerato de francés, y que para lo que sigue he tenido que buscar información. Dejemos por conocido web, denominación ya internacional de Internet, y olvidemos gadget, para lo que tenemos dispositivo, y online, para lo que tenemos en línea. Empecemos por blog. Un día, Joaquín me preguntó su significado y no supe responderle de manera del todo convincente. Hoy lo puedo explicar: es un acrónimo de web más log-book; o, lo que es igual, cuaderno de bitácora de internet. El cuaderno de bitácora es el libro o agenda en la que se anotan las incidencias de la navegación marina. Podcast es también un acrónimo de pod (que a su vez lo es de portable device) más broadcast; es decir, reproductor portátil de archivos sonoros. WAP, PDA y RSS son siglas. La primera de Wireless Application Protocol (Protocolo de Aplicaciones Inalámbricas), o sistema de acceso a internet desde un móvil, por ejemplo. La segunda procede de Personal Digital Assistant (Ayudante Personal Digital) o, lo que es lo mismo, una agenda electrónica. Y, por fin, la tercera se ha formado de Really Simple Syndication o sistema de sindicación (redifusión) de noticias.
¿Podríamos haber heccho nosotros algo semejante? Podríamos llamar agenda al blog o, si queremos un acrónimo, cubin (cuaderno de bitácora de internet); y al podcast se le podría llamar reportem (reproductor portátil de emisiones). Y las siglas las podríamos españolizar en PAI (Protocolo de Aplicaciones Inalámbricas), APE (Agenda Personal Electrónica) y SSN o SRN (Sistema de Sindicación de Noticias o Sistema de Redifusión de Noticias).
Zalabardo me mira y dice. ¡Que te lo has creído!

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