Casi todos los juegos disponen de un determinado número de palabras y expresiones propias que caracterizan el juego en sí y hacen que se reconozca a sus participantes. Término general es el de envidar; en el tute se cantan las cuarenta y en el dominó se ahorca a las dobles si no se colocan a tiempo.
También del dominó es la expresión salir a dos caras (que se completa con el añadido como los hombres malos), que indica que quien inicia el juego no lo hace con una ficha doble sino con otra cualquiera. Pero no quiero hablar aquí de vocabulario de los juegos ni de dominó (o dómino, como se dice en algunos lugares). Voy a tratar de palabras que el diccionario (me refiero al de la RAE) recoge con doble acentuación. Esto viene a cuento porque hoy, durante el desayuno, Joaquín Martínez, que aunque es de ciencias está considerado como miembro honorario del Departamento de Lengua, preguntaba qué era más correcto: estratosfera o estratósfera y por qué se decía solo atmósfera y no atmosfera.
Nuestra lengua, y el diccionario da fe de ello, posee un número no despreciable de palabras que se admiten con doble acentuación (fútbol y futbol, alvéolo y alveolo, cántiga y cantiga, cardíaco y cardiaco, réptil y reptil, gladíolo y gladiolo, íbero e ibero, etc.). En cada caso, ambas formas son correctas y válidas, aunque algunas se utilicen más en una forma que en otra.
Respecto a la pregunta de Joaquín, hay que decir que se da una circunstancia algo curiosa. El diccionario recoge unas cuarenta palabras formadas sobre el elemento compositivo -sfera que designan, por lo general, distintas zonas o capas de la Tierra y del Sol. De casi todas ella existe una doble forma (estratósfera y estratosfera, exósfera y exosfera, litósfera y litosfera, pirósfera y pirosfera, etc.). Pero vayamos por partes; la vigésima segunda edición del diccionario académico presenta como indistintas las formas atmósfera y atmosfera. En cambio, el Panhispánico dice que hay que considerar correcta, por ser la más usada, la forma esdrújula (atmósfera). Frente a esto, los dos diccionarios consideran más correctas, en el resto de los casos, las formas llanas (magnetosfera, mesosfera, etc.) frente al criterio del español americano, que prefiere las palabras esdrújulas (ionósfera, heterósfera, noósfera, etc.). Y en medio de esta especie de batiburrillo, es decir, de tantas parejas de palabras, resulta que, de homosfera, el diccionario no recoge más que la palabra llana.
Zalabardo me dice que eso se podría considerar discriminatorio, ¿o no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario